English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

sábado, 3 de diciembre de 2016

EXPERIENCIAS DESPUÉS DE LA MUERTE. ENTREVISTA A PIM VAN LOMMEL



Entrevista al prestigioso cardiólogo y estudioso de las ECM, Pim Van Lommel.

Como seguro sabrán todos aquellos interesados en el conocimiento de lo que denominamos como Experiencias Cercanas a la Muerte, Pim Van Lommel es un prestigioso cardiólogo que desde finales de los años 80 del siglo XX, y más concretamente a partir de 1986, en el que leyó un informe de un estudiante de medicina, George Ritchie, que resucitó tras nueve minutos de muerte clínica, empezó a poner todo su empeño en tratar de averiguar cuál era el destino de nuestra conciencia después de la muerte física. No hace muchos años, un prestigioso periódico nacional tuvo la ocasión de entrevistar al reputado doctor. Sus respuestas no dejaron a nadie indiferente.

Según Van Lommel, en el año 1988 ya tenía doce episodios localizados, y esto le permitió crear una red de investigación con otros diez hospitales holandeses. Sus estudios tuvieron un enorme impacto mundial, y por eso, tras mucho pensarlo, decidió dedicarse en exclusiva al estudio de las ECM. 

A pesar de todo, el cardiólogo aseguró que desde entonces se han multiplicado los interrogantes, abriendo un debate con la ortodoxia médica, la cual asegura que estas experiencias no son más que simples  alucinaciones causadas por la anoxia (carencia de oxígeno). Frente a esta postura, los resultados de su investigación, y la de otros muchos, insisten en la necesidad de buscar otras causas que den sentido al fenómeno, porque si todo se debiese a la anoxia, las ECM estarían presentes en todos aquellos que sufren una muerte clínica, y no sólo en el 18% registrado hasta el momento. 

Sobre la naturaleza de la ECM, sus conclusiones no difieren en mucho de las de otros reconocidos especialistas, insistiendo en la tendencia de los afectados a la hora de hablar de recuerdos, emociones y el mantenimiento de la propia identidad, un punto crucial, porque "el ego es el enlace entre la conciencia y el cuerpo". También se insiste en que no todos experimentan el mismo proceso, pero la gran mayoría citan diversas experiencias  que coinciden en una misma dimensión espacio-temporal. Esto es, la revisión de una vida pasada, aunque también presente e incluso futura, y es tan real el proceso que algunos, después de la ECM son capaces de anticipar sucesos y dar nuevo sentido a los hechos pasados, así que suelen cambiar de pareja, de trabajo, de hábitos y de actitud frente a sus problemas vitales.

Aunque son muchos los ejemplos de pacientes que pudieron experimentar este tipo de trances, Van Lommel destacó la de uno de ellos que vio a un señor desconocido sonriéndole. Años más tarde, su madre, en el lecho de muerte le reveló que él era hijo de una relación extramatrimonial y le mostró una fotografía de su padre biológico: cual sería su sorpresa que el individuo descubrió que era aquel señor sonriente.

Otro de los aspectos que desmiente el cardiólogo es la afirmación de la medicina ortodoxa, al asegurar que los pacientes no están del todo inconscientes durante su experiencia. En este caso, Van Lommel recurre a cientos de casos, como la de un hombre de 43 años que llegó en un estado cianótico, sin tensión y con las pupilas dilatadas. La enfermera, como manda el protocolo le quitó la dentadura postiza y la depositó en un cajón situado frente a la cama en la que yacía en el hospital. Milagrosamente, el hombre resucitó tras un largo coma y preguntó por sus dientes. Poco después, el paciente vio a la enfermera y le pidió que le devolviera sus dientes. El susto de la mujer fue mayúsculo y por eso llamó al equipo médico al instante. Curiosamente, el paciente les relató lo que habían  hecho cuando llegó muerto al hospital.

A la pregunta sobre la creencia de Van Lommel en relación a las ECM, el médico, sin dudarlo, respondió que para él, la conciencia era una especie de transmisor  para esta dimensión de nuestro ser. Un tipo de radio que, mientras vivimos aquí, sintoniza con nuestro universo, consecuentemente la muerte sólo es un cambio de conciencia, una simple transición y por lo tanto, sólo morimos en una dimensión para pasar a otra. Una conclusión a la que llega desde un punto de vista científico y desde los estudios de la física cuántica, al declararse un hombre no creyente, aunque reconociendo que algunas religiones se han acercado a esa otra dimensión recurriendo a la meditación o el misticismo.

Para terminar, Van Lommel nos transmite un mensaje esperanzador "cuando asumes tu transición sin miedo experimentas un anticipo de esa sensación de plenitud"

No hay comentarios:

Publicar un comentario